jueves, 7 de mayo de 2009

LA DELEGACION MUNICIPAL


En 1913, cuando apenas Huanguelén deba la sensación de poder ser una fuente contributiva al tesoro municipal de Coronel Suárez, sus autoridades crean en esta una oficina recaudadora de impuestos, la que fue instalada en la misma sede de la administración del Pueblo y Colonia Huanguelen, o sea en el chalet de madera del Boulevard.

Para desempeñar el cargo de delegado fue nombrado el señor Walterio Grant, quien a su vez era administrador de este pueblo en representación de los Sres. Gahan Hnos.
El señor Grant permaneció en este cargo tres años mas o menos, siendo remplazado por el Sr. Martín Subiza, quien fue separado de su puesto en ocasión de la investigación federal a la provincia, nombrándose en su reemplazo al señor Juan Bautista Inchauspe.
A este último reemplaza en 1920 el señor Enrique Isasi, designándosele un inspector municipal, nombramiento que recae el Sr. Nicomedes Zapatero, quien hasta la actualidad (1937), ocupa ese cargo.
En esa época se nombra también medico de policía al doctor Alberto López Córdoba, quien en 1923 fue reemplazado por el Dr. José M. Urquiza.
Por renuncia del señor Isasi, es nombrado en su reemplazo el 20 de septiembre de 1922, el señor José Fernández Coria, funcionario que hasta la fecha se mantiene en tal puesto también hubo en intervalos algunos delegados en carácter provisorio.
La cantidad de años que estas personas llevan al frente de la oficina nombrada, son suficiente comentario de su actuación.
Últimamente, se ha creado el cargo de secretario habiéndose designado para e mismo al joven Joaquín Daleo.

En otro orden existen los siguientes empleados municipales:

Medico: Dr. J. F. Casaccia Llanos.

Veterinario: Dr. Néstor A. Goñi.

Partera: Sra. Celina O’ de Dupuy.

Enc. De Mataderos: Sr. Vicente Crespo.

Enc. De Cementerio: Sr. Ramón Villalba.

Enc. De Limpieza: Sr. Lucio Torres.

Enc. De Plaza: Sr. Bautista Folonier.

Capataz De Calles: Sr. Carlos O’Lery.

Registro de marcas y señales.

El primer registro de marcas y señales se creo en 1918, siendo eliminado en 1935, que fue la nueva renovación, llevándose de todo el partido en Cnel. Suárez. Incluido este pueblo, causa por la cual no se puede saber con cuanto contribuye este vecindario en ese sentido.

Su contribución

Nuestra localidad contribuyo a los fondos de la comuna en 1930 con la bonita suma de $53.000. En calidad de patentes, impuestos, etc.

En el año actual, esa entrada a disminuido cerca de 20.000, y ello se debe al hecho de la patente única de automóviles.

Su local

La delegación municipal funciona desde hace mas de 15 años en el local del señor Luis Zembo, habiendo ahora el proyecto de construir el edificio propio en el terreno que para ello fue donado, y que se encuentra ubicado frente a la iglesia parroquial.


LOS PRIMEROS VECINOS

Un antiguo y prestigioso vecino


En el afán de conversar con las personas que llegaron a esta localidad en los primeros tiempos de su inundación, nos apersonamos a don Antonio Alvarez, quien con la serenidad y bondad que le es característica, nos invita a sentar.

Le expresamos el motivo de nuestra visita y seguidamente lo abocamos: Cuéntenos algo don Antonio de aquellas épocas, Ud. También es de los que ha visto crecer a este pueblo…

Nuestro entrevistado se ubica cómodamente en su asiento y con un dejo, no sabemos si de tristeza o de satisfacción, y como haciendo memoria nos expresa:

-Llegue, amigo, por estos pagos cuando muy pocas cosas había; era en marzo de 1913,

desde Salliquelo me vine a esta localidad y aquí me tienen desde entonces; levante este edificio

expresamente para mi Farmacia, la que denomine “Del Pueblo”, abriendo sus puertas al publico

el 11 de Septiembre del mismo año, empezando a trabajar con el cariño que siempre lo he hecho y lo hago, haciendo muchas veces de “doctor”, eran muchos los casos que se producían y que se necesitaba la presencia de un medico pero al no haber acudían a mi, no negándome a prestar tales servicios, por creerlo una cosa humana; en fin se hacia lo que estaba a nuestro alcancé, mas de un vez me toco curar a heridos graves, atender casos de intoxicación, etc.

Ya después, tuvimos un medico, el doctor Mezzana, desfilando mas tarde los doctores Bogliano, Belisario Llanos y Fernández Moreno, medico y exquisito poeta, este ultimo.

Desde aquí, desde mi negocio presté cooperación en todo lo posible para todas las iniciativas que surgían, fui fundador de la Sociedad Española y otras, tome parte activa en la Comisión ProLa Prensa”, continuando hasta ahora con este cargo. Templo, etc., también desde aquellos años hice conocer a Huanguelén por todo el mundo, pues fui nombrado corresponsal de “

En 1925, si mal no recuerdo, fui elegido Concejal por el partido de la U. C. Radical, no pudiendo desarrollar obra alguna para este pueblo, debido a que aquella fue una época de “crisis” en cuestión de sesiones, pues estas siempre fracasaban, no pudiendo concurrir a otras, debido a mis múltiples ocupaciones.

Esto es sencillamente lo que puedo decir, por lo demás ya lo saben Uds. También, que me conocen desde hace unos cuantos años.

-Francamente, hace algunos años que tratamos a este señor y no podemos tener sino frases de reconocimiento para el, hombre honrado a carta cabal, desinteresado y laborioso se ha sabido labrar a fuerza de trabajo un brillante porvenir, contando tanto el como su familia con el aprecio general.

El señor Alvarez, esta casado desde 1915 con la señora Josefa Peñamaría, de cuyo matrimonio han nacido sus hijas Blanca y Elsa, la cuales se encuentran en la Capital finalizando sus estudios en Farmacia.

Conseguida la fotografía que acompaña estas líneas, nos despedimos amablemente de este hombre que aunque anda en los 48, se mantiene dentro de una jovialidad extraordinaria.



Huanguelén tiene en don Ceferino Martínez Vela, más que un antiguo vecino, un hombre de trabajo con todas las de la ley.
Nació en el año 1884 y desde de muy joven en su provincia natal Asturias (España), se dedicó al fuerte trabajo y no tardo en conocer las prominencias que la Argentina le depara a todo hombre de labor, y el que trabajador se sentía, llegó a estas playas en 1912 para trasladarse de inmediato a Bolívar.


Allí palpó el ambiente y supo de la formación de Huanguelén y llegó también en la caravana de hombres que deseaban adquirir terrenos, fue comprador de algunos solares y poco después ya sentaba sus reales en este pueblo en formación.

Hay que hacer algo por los garbanzos -se dijo- y adquiriendo un modesto vehículo se largo a la campaña acompañando frutos del país; no tardo en encontrar buenos estancieros que le entregaran sus mercaderías, y así el hombre se abrió paso en el sendero de la prosperidad.

Dos años mas tarde, las actividades se desplegaron y ya compraba algunos animales, hasta lograr poner un tambo de 60 vacas en 100 hectáreas de campo que le arrendara al señor Ramón Elgar.

Siempre pisando sobre terreno firme y protegido por un poco de suerte, sus negocios marchaban bien y eso le indujo a hacerse chacarero, sembrando su primer chacra en 1915; El resultado fue halagüeño y desde entonces se encariño con la tierra.

Para el trabajo de sus chacras cuenta con elementos propios y de los mas modernos, con los que también suele efectuar algunos trabajos afuera.

Como es natural, todos estos sacrificios han tenido su merecida recompensa y hoy don Ceferino sin descuidar sus intereses, pasa una vida tranquila y desahogada en compañía de su señora esposa doña Clara Irigoyen de Martinez con quien efectuo no hace mucho un largo viaje por España.

Tiene su campo de propiedad a 9 km. Pero el reside en el pueblo en su casa- quinta.


Uno de los más antiguos vecinos de Huanguelén: Don Eugenio Doporto

Es más difícil que lo que a simple vista parece describir la vida de un hombre sencillo y silencioso como lo es Don Eugenio Doporto. Pero hemos salir del trance de cualquier forma, máxime cuando no nos guía otro motivo que el de presentar en éste Album (1912-27 de septiembre-1937) pequeñas reseñas de personas conocidas y que pueden constituir un valor en tal cometido. Basados en ésta teoría hemos llegado hast el rancho del nombrado, donde hemos sido atendidos solicitamente, hemos compartido largo rato con éste buen amigo y hemos llegado a la conclusión que Don Eugenio Doporto viene siendo de ésta zona como un legendario roble que ha sabido mantenerse fuerte y airoso ante todas las tempestades del tiempo, sin haberle hecho mella ni las furias más bravías del pampero.
Cuando todo era desierto, cuando todo era cielo, era entonces, cuando ya Don Eugenio Doporto cruzaba estas pampas en su brioso pingo, pampas que poco a poco fueron rindiéndose al poderío del arado civilizador, para luego entregarse prósperas y fértiles a los hombres que deseaban trabajarlas. A la par de sus hermanos, obedeciendo el mandato de su señor padre Don Vicente Doporto, cultivó la tierra palmo a palmo, haciéndole rendir sus frutos, y esa dedicación y ese apego al trabajo no fue estéril ni vano; surgieron los mejores años y fue objeto del premio que el destino otorga a los hombres de merecimiento. Hoy vive el hombre, no diremos divorciado del trabajo, pero sí en una era de paz, de tranquilidad y colmado del afecto de su señora e hijos. Excelente caballero, posee el don de ser un hombre sencillo y servicial, es un gaucho de los que pocos quedan y decimos gaucho, porque en su establecimiento "San Eugenio" vive aun latente el espíritu criollo; el "amargo", el "churrasco" y el albergue están siempre dispuestos para el viajero que llega en demanda de reposo, no es de los que tiene la tranquera con llave.

Su biografía

Nació en la ciudad de Tandil en 1882, viniéndose con sus padres a esta zona donde éstos adquirieron un lote de campo que denominaron "San Vicente". De común acuerdo trabajo con sus hermanos y padres hasta el año 1922 en que fallece su progenitor.
A partir de ahí Don Eugenio se independizó y empezó a trabajar por su cuenta dedicándose a la ganaderia y agricultura, logrando aumentar su capital, contando en la actualidad (septiembre de 1937) con 387 hectáreas de buen campo, hacienda, etc., y una buena propiedad en la Capital Federal. Desde 1907 está casado con la señora Luisa Bordenave, perteneciente a una estimada familia de Coronel Suárez, de ese matrimonio han nacido varios hijos, cuya educación no ha descuidado, el mayor Eugenio, es de profesión electro-mecánico, habiendo cursado sus estudios en el Colegio Industrial de la Nación en la Capital Federal; el segundo Alberto, perito mercantil, habiendo cursado sus estudios en el Colegio Carlos Pellegrini de la Capital; el tercero Vicente estudia canto y el último Enrique, estudia farmacia.


1 comentario:

  1. Mi nombre es Marisa Vanesa Follonier, les escribo desde San José, Entre Ríos. Soy descendiente de Bautista Follonier, el encargado de la plaza. Llegué a su página buscando inforamción sobre la historia de Huanguelén para armar el árbol genealógico de mi familia. Necesito contactarme con los Follonier de Huanguelén. Suponemos que a´n quedan parientes nuestros por allí. Mi bisabuelo, Arnaldo Follonier, es hijo de Bautista Follonier y tuvo varios hermanos, algunos de ellos quedaron por allí en Huanguelén.
    Estoy muy felíz de encontrar un dato certero a través de su página. Les ruego me envíen alguna información sobre los Follonier, número de teléfono, mails o algo.
    Muchas gracias!!

    Marisa Follonier
    marisafo88@hotmail.com

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